lunes, 25 de octubre de 2010

7. BYE BYE BALI


Quizás no sea el único que asociara Bali con una isla exótica y paradisíaca de playas de arena blanca y palmeras rebosantes de cocos. Aquellos que pensaban lo mismo que yo que se quiten esa idea de la cabeza.
Bali es una isla que Occidente ha corrompido con su sucio dinero. Es una isla donde mucha gente vive directa o indirectamente del turismo y que por tanto ha caído en sus garras. Eso hace que muchas partes de Bali no sean Bali y eso es una pena. Para conocer la Bali auténtica hay que irse donde no haya hoteles, fuera del alcance de los autobuses de rubios ocupantes, donde la gente sí es de buen corazón y sonríe sin esperar nada a cambio. Y es que una parte importante del turismo que entra en Indonesia solo visita Bali y la población extranjera que vive en Bali supera al resto de islas juntas... Sinceramente cuesta creer que es Indonesia.
Si lo que se busca es surf entonces este es el sitio. Pero paisajísticamente hablando, quitando algún arrozal muy pintoresco, el resto, sin ser feo, me ha resultado decepcionante. Las montañas no imponen, sus lagos no tienen nada del otro mundo, sus playas no son mejores que las del Mediterráneo y su mundo subacuático no me ha cautivado.
No serán las maravillas naturales las que me hagan recordar Bali con una sonrisa nostálgica sino los encuentros que en ella han tenido lugar.
Ahora debo saltar de isla en isla sin detenerme hasta alcanzar mi próximo gran objetivo: antes las llamaban islas Célebes, ahora la isla principal es conocida como Sulawesi.
Y hacia allá me dirijo, a por más encuentros...

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